En close communication nos hemos enganchado al tema de las alergias porque sus ramificaciones nos parecen infinitas. Hoy queremos adentrarnos en el significado más simbólico. ¿Quién no ha dicho o bien escuchado alguna vez frases como: “las reuniones de comunidad de vecinos no me gustan nada, les tengo alergia?”
Ciertamente, también podemos hablar de intolerancias emocionales que se manifiestan siguiendo el mismo patrón que las alimentarias. Por ejemplo, la poca tolerancia al fracaso, tanto de adultos como en niños, seguramente en adultos que no fueron educados en gestionarlo cuando eran niños. Esto puede provocar crisis de comportamiento de difícil explicación. Y difícil solución porque, a medida que tratamos de escapar del malestar emocional, éste simplemente empeora. Entonces entraremos en estrategias inútiles como la evitación, la evasión o la procrastinación.
En los últimos tiempos, otras intolerancias como las ideológicas están siendo casi una epidemia que impide la comunicación y el entendimiento entre personas y, por supuesto, entre naciones. En una palabra: la poca tolerancia con el prójimo se está volviendo insoportable. Ahí están las redes para dar, por desgracia, muchos ejemplos de intolerancia y no precisamente a la lactosa. Los datos apuntan a que las personas somos cada vez más intransigentes, una actitud nociva que deriva en conductas de discriminación, segregación y estigmatización.
En sentido metafórico la alergia vendría a ser la inadaptabilidad a algo que no podemos asimilar, superar. Y muy posiblemente se trate de una reacción no verbalizada, un sentimiento reprimido. Aquello que no podemos expresar de ningún otro modo, nuestro cuerpo elige expresarlo en forma de erupción. Como un volcán que se abre paso en la epidermis de la tierra dejando aflorar la lava. Entonces podemos estar ante una reacción física, pero también emocional, temperamental y hasta violenta.
No creáis que nos estamos poniendo estupendos. El mismísimo Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española incorpora como segunda acepción del vocablo alergia la siguiente: «Sensibilidad extremada y contraria respecto a ciertos temas, personas o cosas». Ahí queda eso.
En close deseamos que muy pocas cosas os afecten de manera tan física y molesta, pero por si acaso, y solo como idea, ¿y si nos permitimos no reprimir tanto nuestras emociones y buscamos modos de canalizarlas para que no dañen ni nos dañen?
Feliz mes de junio y hasta muy pronto.