La gratitud

Gracias en todos los idiomas, en todos los momentos

Dicen que la gratitud es algo cuyo recuerdo se guarda en el corazón y no en la mente.  Es cierto, pero también lo es que resulta muy difícil intentar una definición de gratitud.

¿Es una emoción, un estado de ánimo, un rasgo afectivo o un rasgo de la personalidad?  ¿es un pájaro o es un avión? La verdad es que la simple pronunciación de la palabra provoca una sensación cálida en el corazón. Seamos quienes muestran agradecimiento o quienes lo reciben, se trata de una experiencia placentera que nos despierta sentimientos de apreciación a la vida.

Solo con detenernos un poquito a pensar veremos cómo, a diario, recibimos servicios, favores, dones y regalos. No nos damos cuenta, pero es algo que va desde el sencillo y valioso don de estar vivo a miles de motivos para sentirse privilegiado. La prueba es que por mal que estemos es imposible no sentir compasión por quien lo está pasando peor. Por tanto, gracias, gracias, gracias por lo que tenemos: amigos, familia, compañeros, maestros, personas que trabajan para que vivamos bien, auténticos desconocidos sin los cuales no seríamos ni la mitad de lo que somos. La gratitud permite reconocer el trabajo y la importancia de la vida de los demás, con sus aciertos y sus fallos.

Varios estudios sugieren que la gratitud puede estar relacionada con la salud de varias maneras: disminuyendo el nivel de estrés, los síntomas depresivos o la ansiedad, promoviendo conductas saludables y, incluso, mejorando el funcionamiento cardíaco. Agradecer es como una lupa que agranda lado positivo de la vida y le puede dar sentido, a nivel físico, psíquico y espiritual.

Agradecer tiene un aspecto casi mágico porque es algo que no provoca desgaste por mucho que se practique. Al contrario: nos hace más ricos y más plenos.

En definitiva, la gratitud es un gran invento y nos gustaría, desde Close, agradecer también la fidelidad y la presencia de todos nuestros Friends y decir con Marcel Proust:

Seamos agradecidos con las personas que nos hacen felices, ellos son los jardineros que hacen florecer nuestra alma.