Por una comunicación real


Un nuevo año y en close estamos deseosos de seguir comunicándonos con nuestros contactos tanto en el ámbito profesional como con amigos y conocidos en el más amplio sentido de esos términos. En muchos casos, estas han sido fechas dedicadas al tiempo libre, a los encuentros para celebrar la Navidad y el Año Nuevo, a enviar y recibir felicitaciones y buenos deseos.

No hace mucho tiempo (¿o sí?), las famosas postales de Navidad disparaban el trabajo de las oficinas de correos y los teléfonos se colapsaban por el intenso flujo de llamadas. Hoy en día, gran parte de esos mensajes se han convertido en emoticonos, gift, memes, videos y todo tipo de comunicaciones codificadas que nacen, crecen y se multiplican en el cibermundo.

Casi podríamos sospechar que miles de bots generados por programas de Inteligencia Artificial diseñados para imitar el comportamiento humano, se han lanzado a crear mensajes genéricos que todos recibimos y reenviamos de manera mecánica para ahorrarnos el trabajo de pensar en una felicitación en persona o pensada en exclusiva para nuestro interlocutor. Pero los bots también pueden ser programados para enviar mensajes que parecen ser escritos por personas reales.

En todo caso, conviene estar atento a las señales que puedan indicar que nuestro interlocutor no es real. Algunas características comunes de los mensajes de un bot es que usan en exceso frases hechas o clichés, sus respuestas son ultrarápidas y genéricas y, a veces, no parecen relacionadas con el contexto de la conversación. Moraleja: cuidado con subestimar los peligros de un exceso de comunicación no presencial.

Obviamente no pretendemos que nuestro primer post del año sea un mal augurio para la
comunicación interpersonal. La IA ha venido para quedarse y nos ofrece muchas ventajas:
libera tiempo para que podamos enfocarnos en tareas más complejas, ayuda al entendimiento eliminando las barreras idiomáticas, agiliza los servicios al ciudadano… Al otro lado de la balanza está la manipulación de la realidad que puede generar contenido e imágenes falsas y nocivas. En nuestra mano está asegurarnos de no perder el contacto real con las personas que, por suerte, siempre resultará insustituible.


Seguimos en contacto, ese es el deseo de corazón del equipo close para 2024.

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